La librera en Serrano fue un proyecto lleno de dificultades que se convirtieron en oportunidades. Obviamente, una de esas dificultades fue tener un presupuesto limitado, pero quisimos que eso no fuese un impedimento para alcanzar una propuesta de diseño especialmente funcional al reducido espacio y al programa de la librería. Con esta premisa, pensamos la librería en Serrano como un espacio donde los muebles fueran las piezas primordiales y las encargadas de hacer fluida tanto la experiencia de habitar como de visitar el lugar. Para esto, los relacionamos con la iluminación, generando calidez y permitiendo a los clientes sentirse cómodos. Revalorizamos la melamina y el terciado estructural como un material autoportante y casi monolítico. En conclusión, un espacio que en comparación con el exterior duro del hormigón nos diera la sensación de estar en una acogedora y, al mismo tiempo, moderna librería de pueblo.
