El encargo, proyectado en el sector de La Posada, Linares, se basa en una pequeña cabaña con vistas hacia la cordillera, para una mujer sola con su hijo. La clienta inicialmente deseaba adquirir una vivienda prefabricada, sin embargo se le ofrece una propuesta en base a sus requerimientos puntuales, generando un sencillo y compacto diseño cargado con identidad. Durante las reuniones el proyecto toma dimensiones sutilmente mayor y se genera la idea de un altillo, aprovechando el volumen de doble altura que envuelve la zona de estar, que privilegia las vistas orientes.
La vivienda comprende un acceso sobrio y cerrado, en contraste con la apertura hacia las vistas que ofrece el sector precordillerano.
