Cómo pasar de un dormitorio infantil a otro juvenil

Tu hijo creció y ya no quiere tener ni vinilos con "monitos" ni piezas temáticas. Está en plena adolescencia y desea un dormitorio "adulto". Lo primero que podemos hacer es distribuir el ambiente de un modo diferente, concediéndole mayor peso a la cama, que ahora es un "sofá" para el día y una cama para la noche. Olvídate de la pintura beige y opta por colores más sobrios como el gris, combinado con blanco. Y elige un mobiliario mucho más sencillo y funcional. 

No somos conscientes de la importancia que tiene el almacenaje. Tu hijo ya no necesita guardar tantos juguetes, pero sí más ropa, zapatos y complementos. El almacenaje extra se puede incorporar al dormitorio de muchas maneras, también a través del mobiliario funcional, que se integra muy bien en las piezas juveniles; por ejemplo, debajo de la cama. 

No cabe duda de que tu hijo o hija dejó atrás la edad infantil. Tiene su propio carácter y quiere decidir la decoración de su dormitorio. Dale rienda suelta a su imaginación y deja que customice los muebles como desee. Al fin y al cabo, es su parcela privada. Un poco de pintura y unos pinceles bastan, por ejemplo, para convertir un mueble antiguo en el más "bacán" de su pieza. 

Si a tus hijos les gusta un tema, como pueden ser los animales, la historia o el deporte, y quieren decorar su dormitorio basándose en ello ¿por qué no concederles ese deseo? Hay firmas muy económicas con hartas posibilidades, vinilos para los muros muy sencillos de instalar y quitar. Complementos hermosos y "bacanes" que aportan un detalle muy personal a la pieza. El resultado será un ambiente original y único. 

Un capítulo aparte merece la iluminación. Un dormitorio juvenil necesitará más o menos puntos de luz en función del adolescente, aunque al menos serán 3: uno para el velador, otro para la zona de estudio y un tercero en el techo para iluminar toda la pieza o el área de lectura o ocio, siempre que los metros disponibles lo permitan. 

Dicen los psicólogos que un buen ambiente (mesa, complementos, iluminación y zona) influye en el rendimiento escolar. Por ello, trata que tu hijo se sienta cómodo con el escritorio que tiene. Olvídate de la mesa que tuvo durante sus años infantiles y renuévala basándote en sus gustos. Verás como "disfruta" mucho más que antes estudiando. 

Si el dormitorio de tus hijos es suficientemente grande, añadir un sofá o un rincón para compartir con sus amigos les hará muy felices. Los adolescentes suelen preferir reunirse con personas de su edad antes que con sus padres y debes aceptarlo. Trata de entender esta etapa que están viviendo incorporando un lugar reservado solo para ellos.