Cuando hablamos de sostenibilidad, nos referimos a la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas. Sí, también podemos aplicarlo en la construcción o reforma de una vivienda, es más, es importante hacerlo; y es que los materiales que se usan, así como los recursos que usamos posteriormente para vivir en ellas, deben garantizar el equilibrio entre cuidado del medio ambiente, bienestar social y crecimiento económico. Sí, es posible hacer reformas sostenibles. Evidentemente si empezamos de cero una vivienda, será mucho más fácil integrarlas, pero incluso en las pequeñas reformas se puede contribuir y poner nuestro pequeño granito de arena.
La madera como material imprescindible
En una reforma, en la medida de lo posible, es importante usar los materiales más naturales. La madera, por ejemplo, es el material de la sostenibilidad por excelencia. Así, podemos cambiar la carpintería exterior, por ejemplo, con ventanas de madera que estén certificadas con el sello FSC, con rotura de puente térmico y doble acristaliamiento con cristal inteligente (que aislarán mucho mejor). Además, en la carpintería interior también es interesante el uso de esta madera, en puertas macizas que estén certificadas por sistemas de certificación para una gestión de bosques sostenibles y que generen menos emisiones de CO2 en su fabricación.
La madera en muebles también será bienvenida. Asimismo, esta madera también puede cubrir nuestro suelos con tarima tipo parquet, con acabados sin disolvente, que son mucho más sostenibles.
Lo bueno de usar madera en casa es que es un excelente aislante térmico, que nos ayudará a estar más frescos en verano y más calentitos en invierno.
Apostar por la eco climatización
Tenemos claro que los recursos a la hora de calentar nuestras viviendas tienen bastante huella en el medio ambiente. Así, si queremos una casa sostenible, sería interesante invertir en reformas que, en la medida de lo posible, nos acercaran a una apuesta más eco. Por ejemplo, podemos usar estufas de pellets.
Las estufas de pellets son una alternativa sostenible, pues usan combustible renovable a base de resto de madera. Además, también son una opción más económica que otros combustibles, por lo que salimos todos ganando. Permiten un alto nivel de confort, ya que una sola carga de combustible puede durar hasta tres días. Asimismo, son completamente seguras, con complejos y sofisticados sistemas de seguridad.
Sustituir tus ampolletas por tecnología Led
La luz es algo imprescindible para hacer una casa habitable. En este punto, es interesantísimo apostar por la tecnología led. Es mucho más eficiente y duradera, además de proporcionarnos un ahorro de hasta un 90% respecto a las ampolletas halógenas. Además, no contienen mercurio ni plomo, no producen radiaciones ultravioletas, consumen menos CO2 al consumir menos energía y los componentes son reclicables.
¿Quieres ir un paso más allá? Para ahorrar luz puedes colocar detectores de movimiento y reguladores repartidos por la casa.
Pinturas más ecológicas
Si el cambio que quieres hacer en casa pasa por pintar las paredes nuevamente, debes saber que hay materiales mucho más ecológicos de los que antes se gastaban. Están las pinturas marcadas con Ecolabel europeo, algo que nos asegura que las pinturas son ecológicas. Unas pinturas con menor impacto ambiental en el ciclo de vida del producto y un bajo número de disolventes. Además, estas pinturas no llevarán metales pesados.
Las pinturas plásticas al agua lisas en paredes y techos pueden ser sin plomo y sin compuestos orgánicos volátiles, algo que será beneficioso para el medio ambiente y para nuestra salud.
Electrodomésticos de bajo consumo
Estamos bastante concienciados con el tema de los electrodomésticos de bajo consumo. Es más, es obligatorio que los electrodomésticos actuales muestren la etiqueta energética en refrigeradores, lavadoras, secadoras, lavavajillas, hornos, televisores, ampolletas, aires acondicionados o aspiradoras. Debemos fijarnos muy bien siempre en la calificación energética y optar así, en la medida de lo posible, por aquellos que tengan una calificación A+ o superior. Es una forma muy rápida y sencilla de conocer el nivel de eficiencia energética de los aparatos.
hace 4 años
Toda idea para ahorrar es buena