
El desafìo es representar la identidad de la propietaria de una antiguo y oscuro departamento en un primer piso en Porvidencia donde el presupuesto y el espacio son extremadamente limitados.
Se propuso un estar llamativo con un alto porcentaje de blancos y negros en muros, cielos, mobiliario y tapices que actúan como protagonistas . Un florero azul que conserva la dueña del museo Stedelijk de Amsterdam y unos zapatos amarillos encontrados en una discoteca son los actores secundarios que otorgan toques de color. Como el departamento casi no tiene luz natural , se pensó en incorporar tulipanes plásticos que otorgan un aire lúdico e irónico al espacio. Detràs de las flores, pliegos de papel negro soportan fragmentos de pasajes literarios y musicales escritos a mano , por los cuales la propietaria tiene especial predilección.
El foco de atracción ,sin duda, es un óleo original de Francisco Sepasali , donde por las noches, ( y casi en secreto) la dueña de casa apaga las luces y aparece un Golden Gates fluorescente para goce y sorpresa de los visitantes.

El desafìo es representar la identidad de la propietaria de una antiguo y oscuro departamento en un primer piso en Porvidencia donde el presupuesto y el espacio son extremadamente limitados.
Se propuso un estar llamativo con un alto porcentaje de blancos y negros en muros, cielos, mobiliario y tapices que actúan como protagonistas . Un florero azul que conserva la dueña del museo Stedelijk de Amsterdam y unos zapatos amarillos encontrados en una discoteca son los actores secundarios que otorgan toques de color. Como el departamento casi no tiene luz natural , se pensó en incorporar tulipanes plásticos que otorgan un aire lúdico e irónico al espacio. Detràs de las flores, pliegos de papel negro soportan fragmentos de pasajes literarios y musicales escritos a mano , por los cuales la propietaria tiene especial predilección.
El foco de atracción ,sin duda, es un óleo original de Francisco Sepasali , donde por las noches, ( y casi en secreto) la dueña de casa apaga las luces y aparece un Golden Gates fluorescente para goce y sorpresa de los visitantes.

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Se propuso un estar llamativo con un alto porcentaje de blancos y negros en muros, cielos, mobiliario y tapices que actúan como protagonistas . Un florero azul que conserva la dueña del museo Stedelijk de Amsterdam y unos zapatos amarillos encontrados en una discoteca son los actores secundarios que otorgan toques de color. Como el departamento casi no tiene luz natural , se pensó en incorporar tulipanes plásticos que otorgan un aire lúdico e irónico al espacio. Detràs de las flores, pliegos de papel negro soportan fragmentos de pasajes literarios y musicales escritos a mano , por los cuales la propietaria tiene especial predilección.
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