Reformar ya no es sinónimo de largas esperas, ni de escombros, ni de presupuestos imposibles... Tirar un tabique, acristalar una pared, cambiar la puerta de un balcón para ganar luz (y mejorar el aislamiento) o renovar las lámparas o los sanitarios para que consuman menos, es algo que se puede hacer prácticamente en dos días. El invierno está a la vuelta de la esquina, igual que el gasto extra en calefacción y muchas compras que seguro vas a tener que hacer. Adelántate con estas reformas rápidas que pueden mejorar tu casa en 24/48 horas.
Calefacción a punto

No dejes que el frío invierno te pille desprevenido. ¿Has comprobado que la calefacción funciona? ¿Hiciste la revisión de la caldera? Son cosas que hay que hacer ahora, para evitar después disgustos ¡y pasar frío! Es momento de repasar que puertas y ventanas cierran bien, y si fuera necesario, invertir en unas nuevas (o doble ventana) para ahorrar en energía y no disparar la cuenta a final de mes innecesariamente. Revisa el tiro de la chimenea para asegurarse de que está listo para usar y que todos los radiadores funcionan.
Trasdosados, ese invento que funciona

Recubrir los muros de tu casa con paneles de celulosa, lana de roca, madera o corcho es una solución perfecta para mejorar el aislamiento térmico, de manera instantánea, sin meternos en grandes obras. Ahora estás a tiempo de pedir presupuesto, consultar con los profesionales y dejarlo todo limpio, y terminado antes de que haga demasiado frío. Piensa que, en el caso del corcho o la madera, el resultado puede ser además súper decorativo. Dependiendo del tipo de trasdosado (directo, semidirecto y autoportante) el precio varía. Pide consejo y precio a los profesionales para dar con el sistema perfecto.
¿Querías poner un split? ¡Hazlo ahora!

Si este verano te quedaste con las ganas de poner un split para soportar mejor el calor y necesitas un sistema, que además lleve bomba de calor, este es el mejor momento para invertir en uno y dejarlo instalado en una tarde. Ahora los precios están más bajos que en los meses de calor y seguramente los profesionales tienen menos demanda para colocarlo. Seguro oíste hablar de los modelos "Inverter", que básicamente lo que hacen es alterar la velocidad del compresor, para alcanzar antes la temperatura que necesitas sin que la cuenta se dispare. El ahorro energético, de contar o no con ellos se nota bastante (no lo pases por alto aunque te cueste un poco más caro).
El frío se queda fuera

Cuidado con las grietas en la fachada y alrededor de puertas y ventanas. Si tienes sospecha de que por ahí se puede escapar el calor, pide que te las sellen antes de que lleguen los meses más helados. Reparar una persiana rota (o un cierre) es algo que se hace en un par de horas. Para aislar nuestra casa y controlar el gasto, pide que te instalen un termostato que regule la temperatura entre los 20 y los 22 grados por el día, y entre 15-16 por la noche. ¡Verás cómo notas el ahorro!
Humedades bajo control

Con la llegada de las primeras lluvias y el frío, aparece ese viejo problema que tienes con la humedad en casa. Quizás no sea tan grave como para que hayas visto manchas en la pared. Pero, si te molesta por el olor y por esas ventanas que no dejan de gotear a todas horas, no lo puedes dejar más. Ni qué decir si hay algún alérgico en casa; el exceso de humedad puede aumentar la posibilidad de sufrir enfermedades como el asma o la bronquitis. Por eso, si sabes que tienes ese problema, pide un diagnóstico de humedades y presupuesto para solucionarlas. En muchos casos se soluciona instalando un aparato que regula la humedad, cambiando malos hábitos como ventilar poco (o mal) o tender la ropa dentro de casa.
Una zona de trabajo más cómoda

Si llevas tiempo quejándote de que no tienes espacio para trabajar en la cocina, quizás sea buena idea cambiar el fregadero por un modelo más pequeño (total, casi todo va al lavavajillas). Las reformas exprés que se suelen hacer en cocinas, consisten en reemplazar un tabique por una práctica puerta corredera de cristal (para ganar en luz sin perder intimidad), o tirar el tabique que la comunica con el comedor y ganar un espacio que nunca sobra. Si no puedes o no quieres lo del derribo, también puedes acristalar la parte superior de la pared, o incluso abrir un vano. En los meses más fríos, se agradece que entre el sol en la cocina y poder bajar una persiana al caer la noche. Si no tienes, invierte en una y además de reforzar el aislamiento, ganarás en tranquilidad si pudieras hacer una escapada (o unas mini vacaciones).
Un baño para disfrutarlo

Con una ducha súper cómoda por la que salga el agua a la temperatura perfecta, una mampara que casi no hay que limpiar, porque lleva un tratamiento antical, tus toallas listas y muy calentitas esperando en un radiador toallero y la luz perfecta para que te relajes y no sufras por el consumo. El próximo invierno todo apunta a que seguiremos saliendo menos y disfrutando más de nuestra casa. Preocúpate ahora de que confort y ahorro vayan de la mano, haciendo cambios tan sencillos como invertir en grifos y cisternas que ahorran agua y reducen considerablemente el consumo. Aprovecha que después del verano hay menos demanda de reformas y menos atasco a la hora de recibir materiales.
Renovar el tejado

La nieve y la lluvia pueden complicar mucho la reparación de un techo, por eso es buen momento para aplicar soluciones secas a base de tableros de sándwich con aislante o placas de impermeabilización debajo de las tejas. Ahora que aún hay tiempo, consulta con los profesionales sobre cuál es la mejor opción para tu casa y pide presupuesto. Hay sistemas autoportantes que solucionan el problema mucho más rápido de lo que imaginas y con un precio razonable. Sobre todo en comparación con el destrozo que te puede suponer, soportar un temporal de lluvias sin estar el tejado preparado.