La Navidad ya ha pasado, y con ella, seguramente un montón de gastos imprevistos. Las alzas de precio de enero existe, pero también hay muchos trucos de ahorro para intentar pasarla lo mejor posible. Los suministros de un hogar, por ejemplo, se llevan gran porcentaje de nuestro sueldo, sobre todo en los meses fríos. ¿No sería interesante controlarlos un poco? Toma nota.
1. Controla el gasto de luz con ampolletas de bajo consumo
La cuenta de la luz es uno de las más altas. Hay acciones sencillas que pueden ser útiles, como por ejemplo aprovechar al máximo la luz natural. Coloca cortinas no muy gruesas, y durante el día, no tengas miedo de correrlas, esto hará, además, que la casa esté un poco más calentita sin necesidad de subir la temperatura de la calefacción.
Las ampolletas de bajo consumo son las más efectivas para ahorrar energía. Consumen hasta un 80% menos (bastante significativo). Además, duran hasta 8 veces más. Ahora bien, tener luces de bajo consumo no acaba con todo el gasto energético de luz.
2. La importancia de los electrodomésticos
En la factura de la luz, también se refleja el gasto de nuestros electrodomésticos. Sí, seguramente la luz de tu comedor no estará siempre encendida, pero el refrigerador sí. Por este motivo, para mayor ahorro, es imprescindible contar con electrodomésticos de clase A, que consumen un 70% menos de energía que uno de clase G.
Si nos fijamos en el refrigerador, nos daremos cuenta de que siempre está trabajando. Un buen consejo es no comprar un refrigerador más grande del que necesitamos. Así evitaremos mayor consumo. En el caso de la lavadora o el lavavajillas, aunque su uso no es continuo, pueden llegar a gastar bastante, tanto agua como luz. El mejor consejo es intentar que al ponerlo esté siempre lleno, nada de medias cargas.
3. Controlar la
temperatura del hogar
La calefacción en invierno puede hacer verdaderos estragos en nuestra factura de suministros. Por cada grado que subamos la temperatura, el consumo aumentará en torno a un 7%. Teniendo en cuenta esto, hay que añadir que la temperatura adecuada de una habitación está entre 19 y 21º. Ahora bien, en los dormitorios esta temperatura puede descender perfectamente hasta los 16º.
No dejes la calefacción encendida cuando duermas, es mejor dejarla durante la tarde y luego dormir con el calor residual. Además, por la mañana, no la enciendas hasta ventilar la casa correctamente y cerrarlo todo bien. Por último, no cubras jamás los radiadores ni pongas obstáculos. La distribución del calor será mejor. Y cierra también esos radiadores que están en habitaciones que no se usan, es un gasto innecesario.
4. Mejorar el
aislamiento de la vivienda
Aunque controlar la temperatura en casa puede ser una de las mejores opciones a la hora de ahorrar, no podemos dejar de lado el tema del aislamiento. Por mucho que nos controlemos nosotros, si la casa está mal aislada, el calor se escapará dejando entrar frío y haciéndonos gastar el doble.
Mejora el aislamiento de tu casa mediante siliconas en la puerta y ventanas. Recuerda, además, que por las ventanas es por donde hay más pérdida de calor. El sistema de doble cristal o doble ventana reduce muchísimo estas pérdidas, la condensación de agua y la formación de escarcha. Quizá no sería mala idea pensar en un cambio de ventanas para 2018 ¿verdad?
5. Ahorrando
agua
Aunque el gasto de agua suele ser inferior al resto de suministros, no está de más controlarlo. Más aún sabiendo los problemas de sequía que tenemos en este país. Racionaliza el consumo y no dejes las llaves abiertas durante tareas rutinarias como el cepillado de dientes o el afeitado. Además, también te ayudará colocar reguladores de temperatura como el termostato para ahorrar entre un 4 y un 6% de
energía. Como dato, recuerda que la temperatura del agua para el aseo personal debe estar entre los 30 y 35º.
hace 4 años
nunca estan demas las buenas ideas delos ahorros .Gracias