5 trucos para conseguir luz en un recibidor oscuro

Si la falta de espacio se une con una ausencia de luz, tendrás como resultado una estancia muy particular, quizá complicada de decorar. Olvídate de los grandes muebles. Si te empeñas en meter muebles, bancos, sillones, percheros y demás, seguramente tendrás un recibidor de lo más recargado y no lograrás que la luz (ya escasa de por sí) circule con comodidad. 

En el mercado encontrarás opciones de lo más interesantes. Pequeños muebles que no llegan al suelo, que se sujetan a la pared y que dan una sensación más liviana al conjunto. También pequeños bancos que guardan en su interior un espacio extra para meter tus zapatos. Un perchero en la pared puede estar bien, pero intenta que no sea demasiado grande, quizá mejor prescindir de los percheros a suelo y optar por pequeñas perchas en la pared. Coloca lo imprescindible y no te olvides de dejar un paso mínimo de 90 cm para que sea más cómodo transitar por tu recibidor.

Es algo básico, pero hay veces que nos olvidamos. El blanco, y los colores claros en general, hacen las estancias muchísimo más amplias. El negro y los colores oscuros, atrapan la luz dando una sensación de espacio más angosto. Teniendo en cuenta esto, si tu recibidor es pequeño y no tiene mucha iluminación natural, lo mejor es apostar siempre al blanco, o por otros como el color crema, arena o incluso vainilla.

¿Significa que no puedo darle un toque de color a las paredes? Evidentemente cada recibidor es diferente, colocar un papel mural o un color diferente en una pared más pequeña quizá no sea tan mala idea, pero recuerda siempre apostar por tonos que no sean demasiado subidos.

Que no tengas iluminación natural no significa que no puedas apostar por iluminación artificial. Todo lo contrario, en las estancias más oscuras es en las que este tipo de recursos es más apreciado. Escoge lámparas  (tipo plafón o halógenos) que iluminen absolutamente toda la estancia. Además, también puedes completar el conjunto con una luz indirecta que añada calidez, como por ejemplo una pequeña lámpara. ¿No tienes espacio? Los apliques pueden ser una excelente solución en este caso.

Los espejos son, sin lugar a dudas, uno de los recursos más económicos e interesantes para agrandar visualmente las estancias. También para añadir un poco más de luz. Los espejos son un elemento ideal para llenar de luz los espacios más oscuros, pues reflejan los colores (claros) de la estancia y aumentan el espacio al ojo humano. Dependiendo de tu distribución, podrás colocarlos de forma más o menos eficiente. Por ejemplo, un espejo cerca de una ventana o una puerta siempre será más efectivo.

Hay infinidad de opciones y formas, desde los espejos XXL, esos que se pusieron de moda hace unos años y que se apoyaban directamente en el suelo, a los espejos redondos, más sutiles, pero igualmente efectivos, que tanto vemos actualmente en los ambientes.

Si tu recibidor está junto al living y quieres apostar por una idea diferente, esta te va a encantar. Se trata de sustituir los tabiques cerrados por materiales que permitan pasar la luz. Por ejemplo, sería muy interesante sustituir la pared tradicional por una pared de vidrio, una separación que permite la circulación absoluta de la luz. Si prefieres otras opciones que den más privacidad, hay infinidad de alternativas, desde estantes sin fondo, paneles a base de listones de madera o incluso medio muro que deje la parte superior abierta.