Las nuevas tecnologías han fomentado que muchos trabajemos en la casa, incluso después (o antes de hacerlo) en el trabajo, por eso es importantísimo que prestes mucha atención a la misma para conseguir que además de bonita te resulte eficiente. ¿Tu oficina en casa es un desastre? ¿No consigues concentrarte en ella? Presta atención a las claves que te vamos a contar hoy para que puedas rendir más y mucho mejor. Porque si hay que trabajar, se trabaja, pero hagámoslo ¡bien!
1. Optimiza el espacio
Que no tengas una pieza exclusiva para trabajar o estudiar no es una buena excusa (y lo sabes), más aún cuando siendo ingeniosos se puede conseguir una zona de trabajo más que correcta. Piensa en lo que realmente necesitas y pon ojo para encontrar el lugar más idóneo de tu casa donde conseguirlo. Piensa primero en lo que utilizas para trabajar ¿Cuáles son tus herramientas de trabajo? ¿Un pc? ¿Te sirve una mesa no demasiado grande?, ¿Necesitas mucha capacidad para guardar cosas? Cuando hayas resuelto esto y tengas clarísimo lo que necesitas, busca la mesa perfecta. Recuerda que hay soluciones deslizantes, o de abrir y cerrar, muebles 2x1 o armarios que al abrirse descubren una oficina completa. La mejor forma de rendir es comenzando por ser creativo desde el planteamiento de la zona de trabajo.
2. Exprime la luz
Seguro que lo has escuchado un millón de veces, pero es que es ¡muy importante! Es fundamental trabajar, en la medida de lo posible, con luz natural pensando no solo en el ahorro de energía, sino también en la salud de tus ojos. Siempre que puedas sitúa el escritorio junto a una ventana ¿Y qué hacemos cuando desaparezca la luz? Pues pensar en soluciones estéticas y eficientes. En lugar de una lámpara de escritorio sobre la mesa ¿Qué tal una tira de luz en el techo o un aplique en la pared que no te moleste en absoluto a la hora de trabajar?. Intenta además comprar bombillas LED, a la larga sale mucho más barato (tenlo por seguro).
3. Con capacidad para todo
Porque sabemos que la vida real no es una foto de una revista. En tu zona de trabajo cada vez hay menos cables (gracias al wifi), pero aún cuelga alguno por debajo de la mesa que ni es bonito ni relajante. Busca métodos para ocultar todos esos cables y a la vez tener accesibles interruptores o enchufes para la impresora, el scanner y toda la tecnología que acompaña tus horas de trabajo. Recuerda que la zona de trabajo debe de estar lo más despejada posible, pero con tus herramientas de trabajo accesibles.
4. Bien climatizada
Si en verano te asas de calor y en invierno te congelas ¡tenemos un gran problema! No pensamos bien cuando tenemos los pies fríos!!. Para concentrarnos solo en el trabajo y no pensar en lo incómodos que estamos, es muy importante una correcta climatización de tu estudio o rincón de trabajo. Elige el sistema que quieras (caldera de gas natural, aire acondicionado con frío-calor, radiadores de bajo consumo u otros), lo que mejor se adapte a tu casa y a tu bolsillo, teniendo siempre en cuenta la importancia de un consumo responsable de energía.
5. Libre de tentaciones
Si tienes una pieza exclusiva para trabajar será más fácil no meter en ella (por lo menos no al alcance de tu vista) esas tentaciones que te hacen perder el foco del trabajo. Si por el contrario, trabajas en el espacio debajo de la escalera, o en el living, es un poco más difícil pero no imposible. Delimita tu espacio (usando los muebles y la decoración), y sé muy tajante en cuanto a lo que entra o no entra en tu espacio. Tu mesa es solo tuya, así que nada de cosas de otros, ni cosas que sabes que te van a distraer.
6. Hazla tentadora
A no ser que tu trabajo te apasione, es muy posible que arrastres los pies de camino a tu mesa de trabajo cada vez que "debas" sentarte en ella. Mientras esperamos que nos toque la lotería o encontramos la clave para reinventarnos y hacer que el trabajo nos haga felices, esfuérzate en decorar tu zona de trabajo de forma que te atraiga. Los tonos blancos y neutros favorecen la concentración, las fotos de tus viajes permiten los necesarios tiempos de desconexión, y las plantas o elementos decorativos pequeños le dan al espacio un aspecto menos monótono y aburrido. Con todo esto y alguna imágen con mensajes motivadores ya está listo para rendir al 200%
7. Plantas ¡Si por favor!
¿Por qué las necesito en mi despacho? Porque hay estudios que demuestran que tener plantas en tu zona de trabajo hacen que te suba el animo y fomenta tu entusiasmo en general. La vegetación aporta calma a nuestro cerebro. No se trata de convertir tu rincón en la nueva "urban jungle", pero si de poner ese puntito verde que resulta tan agradable para todos. Las plantas oxigenarán el ambiente y humidificarán el aire. ¿Y qué tipo de plantas? Pues por ejemplo el spatifilium porque neutraliza las ondas electromagnéticas, o los cactus que evitan trastornos como el insomnio o los horribles dolores de cabeza.
Y tú ¿qué cambios piensas hacer en tu oficina? Esperamos que apliques estas claves para comenzar el nuevo este momento con buen pie.