Una vista desde el exterior, donde la calidez y mezcla invitan a los clientes a entrar, una fachada limpia de cristal deja ver cada rincón de esta cafetería, la iluminación cálida promueve esa sensación de relajo que se vive una vez dentro de este espacio. La incorporación de mobiliario complementario (repisa con libros y plantas) rescata una de las actividades que disfrutaban los antiguos clientes.
Rescatando la barra existente del local antiguo y sus lámparas, logré integrar ambos elementos, con el fin de recordar a los antiguos clientes la zona preferida por ellos y de paso dar un aspecto industrial y casero al nuevo local. Complementando y vistiendo las paredes en tonos cálidos y limpios, el uso de la diversidad de mobiliario aboca a los distintos públicos que se mueven dentro de este lugar diariamente. Espacio para cada uno! Disfrutable en cada rincón!
La disposición del piso en forma de espiga le aporta elegancia al local. El uso de plantas como ornamento y el juego de distintos mobiliarios, hace que cada área de esta cafetería resalte sin opacar a las demás, así también el uso de distintos niveles y tipos de luminarias, conforman espacios donde se puede disfrutar de forma especial cada área.
Viendo desde la barra la totalidad del espacio, la proyección que otorga la fachada limpia aporta a una sensación de relajo y también de amplitud visual; de igual forma integra con el exterior del edificio y el alero conformado allí. Una especie de antesala a lo que se vive en el interior.