Sí, el frío está instalado. Además, ha sido un invierno lluvioso que sumado a una larga cuarentena, se ha tornado en unos meses difíciles de sobrellevar. Ya queda menos, pero mientras tanto busquemos una solución ¿no?. Quizás, un gran repertorio de bufandas, abrigos y ropa más calentita por el día, pero ¿y por la noche? Dormir con frío es realmente un suplicio. Así que, si no tienes calefacción o simplemente no quieres ver un aumento considerable en la cuenta a final de mes, es hora de pensar un poco y sacar soluciones ingeniosas para dormir calentito durante este invierno. Te damos algunos trucos que pueden aportar a pasar mejor lo que queda de frío sin afectar a tu bolsillo.
Dormir acompañado, el mejor aliado para el frío
Es un hecho, quien tiene un acompañante para
las frías noches tiene un tesoro. No hay nada mejor que acurrucarse en la cama
con esa persona y combatir juntos el frío. Las frazadas serán bienvenidas, como también el resto de integrantes de nuestro hogar, incluso si tienes perros y gatos, todos juntos
mejor que por separados. Eso sí, más vale que cuentes con una cama amplia, porque sino, no será el frío precisamente el que no te deje dormir.
Mantente caliente antes de dormir
Una buena forma de conciliar el sueño cuando hace frío es
consumir una sopita, infusión o leche caliente antes de irnos a dormir.
Lograremos que nuestro cuerpo entre en calor y mantener después esa temperatura, por tanto nos costará menos
meternos en la cama y envolvernos en nuestra frazada. Asimismo, en este punto
también puede sernos de ayuda tomar un buen baño relajante y caliente antes de
dormir. Unas velitas, un poco de espuma y calor, mucho calor. Cuando terminemos, nuestro cuerpo pedirá a gritos una cama y conciliar el sueño no será tarea difícil.
Textiles que ayudan
Hay quien prefiere dormir con poca ropa, pero lo cierto
es que en invierno los pijamas calentitos son un aliado indudable contra el
frío. Podemos optar por enteritos tan graciosos y divertidos como abrigaditos. No olvidemos que partes del cuerpo como los pies tienen muchísima
importancia en eso de guardar nuestra temperatura corporal. Si mantenemos los
pies calientes, podemos estar casi seguros de que no pasaremos frío durante la
noche. En este punto, si hablamos de textiles tampoco podemos olvidarnos de los
edredones. En concreto, me gustaría hablar de los nórdicos. Dependiendo
del frío que haga en nuestra ciudad, podemos escoger edredones nórdicos con un
espesor diferente; los hay tan calientes que harán que cualquier otro tipo de
solución carezca de sentido.
Remedios de la abuela modernizados
Cuando no existía la calefacción (no hace tanto de esto
aunque pensemos que sí), la gente se estrujaba mucho la cabeza para buscar
soluciones. Seguro que muchas de nuestras abuelas gastaban los típicos
calientacamas, que eran unos inventos muy útiles y prácticos que se pasaban por
las sábanas antes de acostarse. Estos primeros calientacamas, que funcionaban
con carbón, han dado paso a otros inventos que pueden ser muy útiles hoy por hoy, como
las guateros, las almohadillas eléctricas o los scaldasonno, que en esta ocasión van conectados a la luz y trabajan con el calor
residual cuando los desconectamos.
Haz de tu casa un lugar aislado
Llegamos a una parte muy importante, tanto si queremos usar
la calefacción como si no, es prioridad que nuestra casa esté aislada. Si no lo
está, aunque usemos el aire caliente por las noches, de nada servirá. Esto pasa
por tener, ante todo, cerramientos que aíslen, especialmente ventanas y puertas.
Las ventanas viejas pueden ser un problema bastante importante, tanto en
invierno como en verano; si no aíslan bien, el frío y el calor van a
escaparse sin remedio por alguna parte. Lo mismo sucede con las puertas. Quizá
sea una buena opción valorar cuánto nos costaría realizar una actualización de
nuestras ventanas, pues podemos ahorrarnos con ello mucho dinero en calefacción y en
aire acondicionado.
¿Cómo te proteges tú del frío?
hace 4 años
Gracias por todas las ideas innovadoras